Causas
El pie de atleta ocurre cuando un cierto hongo prolifera sobre la piel de sus pies. Además de los dedos del pie, también se puede presentar en los talones, las palmas de las manos y entre los dedos de las manos.
El pie de atleta es el tipo más común de infecciones micóticas por tiña. El hongo prospera en áreas cálidas y húmedas. El riesgo de contraer esta afección se incrementa si usted:
Usa calzado cerrado, especialmente si es recubierto con plástico.
Mantiene sus pies húmedos durante períodos prolongados.
Transpira mucho.
Desarrolla una lesión menor en las uñas o en la piel.
El pie de atleta es contagioso y se puede transmitir por contacto directo o por contacto con artículos tales como zapatos, calcetines y superficies de piscinas o duchas.
Síntomas
- Piel roja y con picazón
- Ardor o escozor
- Ampollas que supuran o forman costra
Tratamiento
Las cremas o polvos antimicóticos de venta libre pueden ayudar a controlar la infección. Generalmente contienen clotrimazol, miconazol o tolnaftato. Siga usando el medicamento durante 1 a 2 semanas después de que la infección haya desaparecido para evitar que ésta reaparezca.
Además:
Mantenga los pies limpios y secos, especialmente entre los dedos.
Lávese bien los pies con jabón y agua y seque el área completamente y con mucho cuidado. Trate de hacer esto al menos dos veces al día.
Use medias limpias de algodón y cámbielas, al igual que los zapatos, lo más frecuentemente posible para mantener los pies secos.
prevención
- Séquese completamente los pies después de bañarse o nadar.
- Use sandalias o chancletas en los baños y piscinas públicas.
- Cámbiese los calcetines lo más frecuentemente posible para mantener los pies secos; esto debe hacerse al menos una vez al día.
- Utilice talcos antimicóticos o de secado para prevenir el pie de atleta si es susceptible a contraerlo o si usted frecuenta áreas donde el hongo que lo causa es común (como los baños públicos).
- Use zapatos bien ventilados y preferiblemente hechos de un material natural como el cuero.
- Puede ayudar el hecho de alternar los zapatos cada día, de manera que se puedan secar por completo entre puestas.
- Evite los zapatos con revestimiento de plástico.